Ecografia Osteomuscular

La ecografía osteomuscular, también conocida como ecografía musculoesquelética, es un examen de diagnóstico por imágenes no invasivo que utiliza ondas de sonido para visualizar y evaluar los músculos, tendones, ligamentos, nervios, articulaciones y tejidos blandos del cuerpo. Es una herramienta muy valiosa en el campo de la traumatología, la reumatología y la fisioterapia.

A diferencia de las radiografías que se enfocan en los huesos, la ecografía osteomuscular es ideal para la evaluación de las partes blandas. Entre sus principales aplicaciones, sirve para diagnosticar y monitorear:

• Tendones: Esguinces, tendinitis, tenosinovitis, roturas parciales o completas, y calcificaciones.

• Músculos: Desgarros musculares, hematomas, hernias, masas y lesiones por traumatismos.

• Ligamentos: Esguinces (estiramiento o rotura de ligamentos).

• Articulaciones: Derrame articular (líquido dentro de la articulación), inflamación (sinovitis), bursitis y artritis.

• Nervios: Atrapamiento o inflamación de los nervios periféricos, como en el síndrome del túnel carpiano.

• Masas de tejidos blandos: Quistes (como el quiste de Baker), ganglios o tumores.

• Cuerpos extraños: Detección de fragmentos de metal, vidrio o madera en los tejidos blandos.

Características y ventajas

La ecografía osteomuscular tiene varias ventajas que la diferencian de otras técnicas de imagen como la resonancia magnética (RM) o los rayos X:

• Es dinámica: El médico o técnico puede evaluar la estructura en movimiento. Esto es crucial para detectar lesiones que solo se manifiestan al flexionar, rotar o contraer el músculo o tendón. Por ejemplo, una rotura parcial de un tendón puede ser más evidente cuando el paciente realiza un movimiento específico.

• Es en tiempo real: Las imágenes se obtienen de forma inmediata, lo que permite al especialista interactuar con el paciente, palpar la zona de dolor y correlacionar los hallazgos clínicos con la imagen.

• No utiliza radiación: Es un método seguro, no invasivo e indoloro, lo que lo hace ideal para seguimientos frecuentes y para su uso en niños o mujeres embarazadas.

• Es accesible y de bajo costo: En comparación con la RM, es una técnica más económica y disponible en muchos consultorios y clínicas.

• Permite guiar procedimientos: Se utiliza para guiar la aguja con precisión durante inyecciones (infiltraciones) o aspiraciones en articulaciones o tejidos blandos, como la punción para drenar un quiste.